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medela biberon 0 bpa pp tetina silicona

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MEDELA
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250 ML
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ACCIÓN Y DESCRIPCIÓN
Botella-Biberón Medela con tetina de silicona con flujo lento S, indicada para bebés de 0 a 3 meses. La tetina M está recomendada para bebés de 3 a 6 meses. El biberón está fabricado a base de polipropileno (PP) libre de Bisfenol A.
La capacidad es de 150 ml (tetina S) y 250 ml (tetina M).
Disponible en un pack completo que contiene la botella-biberón, tetina de flujo lento S, tapón con rosca, disco tapa y cubierta tapón botella.

PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS
Los biberones deberán estar provistos de una escala de volumen en mililitros. La precisión de las medidas señaladas en un biberón es importantísima: ya que, si no se mantiene la proporcion de agua y polvo de leche se puede provocar una carga demasiado elevada sobre el riñón del lactante, o se puede estar dando demasiada agua con respecto a la leche que realmente contiene un biberón.
esto ocurre porque el biberón no tenga la escala bien señalada o porque se añade el polvo mal enrasado.
RECORDAR ""Usar la medida que se incluye en el paquete o bote de polvo, bien enrasada y no colmarla"".
Riesgos de la alimentación con el biberón:
1. Aerofagia: Durante la toma, el biberón debe mantenerse bien inclinado para evitar que el bebé ingiera un exceso de aire que podría provocarle fuertes dolores cólicos.
2. Quemaduras:
En ocasiones, sobre todo si se utiliza el microondas, el cuerpo del biberón no se calienta, pero el contenido puede estar próximo a la ebullición. Se debe comprobar la temperatura de la leche o papilla antes de administrárselo al neonato, para evitar provocarle quemaduras.
3. Problemas afectivos:
Nunca se debe privar al bebé de los aspectos afectivos positivos que posee la lactancia materna. Por ello, es importante que mientras se da el biberón, se potencie con palabras, besos o caricias la relación afectiva de los padres con el recién nacido.
4. Desprendimiento de materiales:
Ante las altas temperaturas a las que se ve sometido el biberón, podría producirse el desprendimiento de materiales, que podrían obstruir las vías respiratorias o la migración de productos tóxicos. La elección de productos de calidad, garantiza la seguridad en este sentido.
5. Ahogo por flujo excesivo de alimento.

Utilizar siempre este producto bajo supervisión de un adulto.
La succión continua y prolongada de fluidos puede causar caries.
Inspeccionar la tetina cuidadosamente antes de cada uso y tirar de ella en todas las direcciones. Desecharla al primer signo de deterioro o fragilidad.
Mantener fuera del alcance de los niños todos los componentes que no estén en uso.
No dejar la tetina en contacto directo con la luz solar u otras fuentes de calor como tampoco dejarla más tiempo del recomendado sumergida en solución esterilizante. Todo esto puede dañar la tetina.
Nunca utilizar las tetinas como chupete.
Comprobar siempre la temperatura del alimento antes de la toma.

CONSERVACIÓN Y CADUCIDAD
El término ""limpieza"" de la vajilla infantil no implica el mismo significado para todas las personas, por tanto, es conveniente realizar una serie de recomendaciones con el fin de alcanzar la misma rutina para todas las personas que atienden al lactante.
El proceso de limpieza debe constituir un hábito, una rutina diaria que debe realizarse siempre de la misma manera, de forma que independientemente de la persona que se encargue de la limpieza, el resultado sea óptimo y garantice la asepsia del material.

La limpieza de la vajilla infantil es fundamental, porque el organismo del lactante tiene una débil capacidad antigénica, de forma que una infección, como una gastroenteritis, puede tener consecuencias muy graves.
todo el material que va a estar en contacto con el neonato, debe tener unas condiciones higiénicas óptimas.
- Antes de preparar el biberón, lavarse bien las manos, con jabón y secarlas con una toalla limpia.
- Hay que eliminar cualquier microorganismo hirviendo o utilizando los esterilizadores habituales.

Mientras el bebé es alimentado por su madre, la vigilancia de la higiene se reduce a los pocos artículos que pueda llegar a meterse en la boca, que son los dedos y el chupete, pero el paso a la lactancia artificial, sobre todo si es anterior a los 4 meses, implica, no sólo que se pierde el aporte de las defensas inmunitarias que contiene la leche de la madre, sino, y sobre todo, que se incorpora un factor de riesgo, porque un resto de leche caliente se convierte en un medio de cultivo bacteriano.

La rutina debe comenzar cuando termina una toma: ""Después de cada toma, hay que lavar el biberón con abundante agua caliente, jabón y una escobilla"".
- Se pueden acumular una serie de elementos usados y lavados (el número depende del tipo de técnica elegida), para su esterilización, generalmente una vez al día, y se dejan secar.
- En el mercado hay diferentes tipos de esterilizadores, basados en diversos procedimientos físicos o químicos, para conseguir erradicar la carga microbiana.
En caso de materiales termorresistentes hay pastillas o soluciones que actuan en frio.
Existe la opción de esterilizadores que utilizan el efecto germicida del vapor de agua en ebullición o el originado en aparatos eléctricos de diversa índole.
a) Esterilización en frío
Proceso químico que usa la acción oxidante del ácido hipocloroso, bajo la forma de solución o comprimidos
Permite esterilizar los artículos sólo con introducirlos (biberones, tetinas, roscas, chupetes, mordedores o juguetes), en una cubeta con agua y una solución química (bajo la forma de solución o comprimidos).
El tiempo de esterilización varía, y oscila entre media y una hora.
La solución debe renovarse cada 24 horas para evitar posibles infecciones.
Los elementos esterilizados, deben aclararse.
b) Esterilización en calor
El agua hirviendo destruye los microorganismos patógenos.
La esterilización se produce a través del vapor de agua y con una duración de 10 a 20 minutos.
Se llena previamente con agua el biberón hasta los dos tercios de su volumen, colocándolo boca abajo para que el vapor caliente pase con más facilidad.

Ficha técnica

tipoproducto
Parafarmacia
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